viernes, 22 de mayo de 2009

"Para mí los niños y los engendradores de niños" W. Whitman

Para Melina, que se lo prometí


Hablamos porque perdimos la totalidad al nacer; si pudiéramos fundirnos con la realidad, no necesitaríamos hablar. Es esa etapa en la que los niños aman todo, mucho más allá de lo masculino y lo femenino, aman todo lo existente porque hasta lo que no son personas pertenece a su alma; en esa época ellos sí pueden fundirse con todo, ¡son Dios mismo! Es esa misma etapa en la que no existen pensamientos y el ser es puro sentir.

¡Para qué nació la palabra si sabíamos hacer lo que queríamos!
¡Comenzamos a hablar y dejamos de saber lo que queríamos, pues lo que queremos no tiene nombre!

¡Dichosos los niños que no pretenden las palabras!
¡Y dichosos los niños que son los únicos que saben lo que quieren!

["Sólo los niños aplastan sus narices contra los vidrios" Antoine de Saint Exupéry, El Principito]

7 comentarios:

  1. Huy, no se yo esto a qué me suena, fíjate tu.

    :)

    Qué honor para Melina! A quién hay que sobornar para tener dedicatoria en tu blog?

    :P

    Besos.

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  2. El último acto de - sí - voluntad que lleva a cabo el niño, y que a nosotros nos resulta perturbador y estúpido la mayoría de las veces, es la deformación de las palabras.

    Enséñales una palabra y se burlaran de ella, la despreciarán. Diana entra en mi habitación señala los libros y papeles y los llama "leberes". Pregunta: "¿Qué es eso?”; contesto: "El fagot" y se ríe: "El fogó".

    Con el tiempo se acostumbrará, se educará, a llamarlo fagot. Su voluntad se consumirá. Un día se acercará a su padre:
    - Papá, “No cabo".
    - "Quepo"...
    - Papá, "No quepo".

    Y entonces, la habremos perdido para siempre. Y no habrá metáfora de este de este mundo que la salve.

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  3. En los niños, el actor y el espectador no está todavía separado. Después nos ahoga la civilización.

    Besos.

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  4. Me encantan los dos últimos párrafos.

    Nietzsche -tu querido Nietzsche- lo dirá mucho mejor que yo:

    "La madurez del hombre consiste en recuperar la seriedad con que jugaba cuando era niño"

    gracias por la dedicatoria, sí, ¡es un honor!

    un abrazo

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  5. Nietzsche, mi querido Nietzsche...

    Supongo que por haber sido todos, inevitablemente -¡y gracias a Dios!-, niños habéis comprendido bien lo que quería decir.

    Gracias por los comentarios. Ah, y no corregiré a Diana la próxima vez que diga "no cabo".
    :)

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  6. Tema para posible tesis_1: "Nietzsche y los niños" (va sin malicia, que conste; para que quede claro: "Nietzsche y la infancia")

    Tema para posible tesis_2: "La voluntad en la infancia, estudio psicológico o Cómo se psicoanaliza a martillazos"


    Saludos



    pd: gracias por comentar en mi blog...

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  7. Definir es sinónimo de delimitar; cuando algo es algo, deja de ser todo lo demás. Así, encerramos la realidad que nos rodea en conceptos estáticos cuyo símbolos son las palabras, dejando de ser jugadores para convertirnos en científicos, artistas, filósofos y hasta hechiceros. Nos enfrentamos al miedo que nos produce el sinsentido ordenando el mundo; lo guardamos en un baúl debidamente cerrado con las llaves de la Ley, y entregamos nuestra libertad a cambio de una ilusoria seguridad.

    Nos hemos auto enclaustrado en el lenguaje, con su lógica y coherencia, devolviendo el Caos a la caja de Pandora para sepultarla bajo lo establecido como Orden, sellando la tumba con un punto final.

    Se baja el telón dogmático - Fin de la obra.

    (Antes del lenguaje yo era todo, devuélvanme lo que es mío. Ni "anarquista ontológico" ni "guerrillero surrealista", yo sólo quiero ser, sin un punto final que me esclavice a ser algo y nada más.)

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