miércoles, 29 de abril de 2009

Acerca de las paredes blancas de este bar

Chica 1: Señorita, entonces, ¿cree usted que está loco?
Enfermera: Sí, sí; loco de remate. Será mejor que no lo escuche usted o se va a volver loca también; es muy contagioso. Le hemos puesto un bozal, pero no sabe usted, ¡casi se enamoran de él los celadores!
Chica 1: Entiendo...O sea, ¿es normal sucumbir a su embriaguez?
Enfermera: ¡Uy! Sí, sí, chiquilla, muy fácil; lo que me sorprende es que se haya salvado usted.
Chica 1: Bueno, no se crea...Casi preferiría estar del todo como él.
Enfermera: ¿Usted cree?
Chica 1: Sí, porque al menos así, me querría.
Enfermera: Esos son los primeros síntomas; si sigue usted enamorándose así vamos a tener que encerrarla también. Jovencita, es mejor que se olvide usted de él o va a empezar a padecer poesía.
Chica 1: ¿Es grave?
Enfermera: Es lo que él padece. Y le aseguro que morirá pronto si sigue así. No va a poder soportarlo con tanta franqueza durante mucho tiempo.
Chica 1: Pero yo ya me he enamorado una vez.
Enfermera: ¡Dios mío! No creí que sería tan grave. Pero, ¿mucho?
Chica 1: Muchísimo; fue la primera vez.
Enfermera: Pues revísese usted la vista. Ahora hay un tratamiento muy bueno: le quitan los cinco sentidos en frío y sin dolor.

4 comentarios:

  1. Elegiste mejor que yo.

    Un beso,
    y cuidado con la poesía.

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  2. Prefiero mis cinco sentidos, en fin.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Chica 1, querida, deja ya de andar por el techo, que se te baja la sangre a la cabeza y te me pones de lo más circunspecta.

    :P

    Me encanta esta incoherencia coherente!

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