Ahora mismo estoy charlando contigo. No sé, no sé si debería dirigirme a ti. Pero, de repente, has sacado de mí todos mis amores y están desnudos sobre el tapete y me estás diciendo "cógelos, cógelos sin miedo, ya no muerden".
Yo no estoy segura.
¿Quieres que les diga adiós? "Sí", respondes, con esa sonrisa franca que me libera y me atrae y me consuela y me baña. "Diles adiós".
Y añade, por favor "¡No te necesitan!".
Y sabré que no los necesito.
Y sabré que eres tú.
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Me a encantado... al terminar de leerlo lo e vuelto a leer y ya e perdido la cuenta de cuantas veces lo e leido y lo mejor es que me a inspirado para escribir; te lo dedico a ti Irene ya que a sido tu poema el que me a inspirado(aunque te merezcas algo mejor).
ResponderEliminarEl horizonte atardece en un conciso eco
y difusa, la noche serpentea tu cuerpo
cada segundo marca el compas del viento
eres amor, lo que enlaza verso y verso
nunca podre decirte la verdad
mis metaforas son suspiros y cada palabra un sentimiento hundido
soy menos que nada
una brisa abandonada
una mala hierva en el desierto
abatido por el tiempo
ante ti sucumbe la culminacion de mi verso.
1bs, post me gusta la foto de la portada es tuya??
La más irracional y deliciosa de todas las quimeras que Pandora nos guarda en su caja. Y una sencilla delicia es tu poema; sigue caminando y quizás, hermana, busquemos algún día de la mano al joven Tadzio entre los papeles amarillentos.
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